Seguramente a la mañana no te den ganas de una ducha bien helada, pero ahora que te mostramos los beneficios, probablemente te de curiosidad y quieras comprobar el porqué los expertos recomiendan incluir estos baños de agua fría, en nuestra rutina de higiene.

Entonces ¿Por qué tu piel agradecería esta práctica? Está comprobado que el agua fría tiene un efecto desinflamatorio y descongestionante, lo cual hará que tanto la piel de tu rostro como la del cuerpo vean favorecida su elasticidad, luminosidad y firmeza.

Si tenes rosácea o acné, te contamos que existen estudios que aseguran que una ducha fría podría ayudar a disminuir la primera, y contribuir con el alivio de la segunda. Así que, también, podrías preguntarle a tu dermatólogo qué tanto te recomienda esta práctica.

El tercer beneficio tiene que ver con la oxigenación. El choque térmico activa, estimula e incrementa la circulación, aumentando la oxigenación, y también aumenta la producción de colágeno y elastina. Dos proteínas fundamentales en nuestro cuerpo, y sobre todo en la piel, puesto que son responsables de la estructura, firmeza, y por ende de mantener la piel con un aspecto joven y saludable.

Por último y no menos importante: al tomar una ducha fría estas ayudando a bajar los niveles de estrés y la fatiga muscular.

¿Vos sos del TEAM agua fría o caliente?

* Recordá que también es muy importante que no te sobrepases con esta práctica o si tenes algún problema con la regulación de tu temperatura, consultá a un especialista.